Por Jordi Boldó, parecería que la pasión sólo puede estallar con toda su magnitud y pureza si prescinde de referencias figurativas, no importa que sea provocada por desafíos creativos o por impactos emocionales contra una realidad física igualmente avasalladora.
Por Boldó se diría que hoy la pasión sólo puede serlo si "abstrae", y que todo lo demás, a pesar de cargarla y detonarla, es lo de menos: pastiche, formalidad, pretexto, continencia, información, todo aquello de lo cual se prescinde al
ser sujeto de sensaciones inexplicables y al rehusar la gratitud de acusar explícitamente su origen. [...] Si todo lo anterior suena romántico es que De Cuerpo Presente puede contemplarse así, como un inusitado recodo de la pasión convertida
en heroísmo en tiempos materialistas, cuando quedaron fuera de la vista sus provocadores externos y ya nada se puede imitar de la naturaleza que no sea humano sin que los humanos aparezcan por ahí como sus portadores simbólicos.
Luis Carlos Émerich