Esta serie se plantea como un deliberado retorno a la inocencia y naturalidad original que, como es
lógico, se va desvaneciendo conforme adquirimos conocimiento y experiencia. Seta vez me propongo volver
sobre mis pasos y rescatar olvidados
alientos creativos, sobre todo, los más libres, irónicos e irreverentes. Mi intención es, también,
reducir la carga conceptual y aligerar las ínfulas que provocan la moda y los prejuicios intelectuales
de nuestros días.
Puede ser que por la mentalidad dominante, esta propuesta sea tachada de ingenua o anticuada.
Reconozco que la inspira una particular candidez, y que revela cierta añoranza por el dibujo y la
pintura abstracta del siglo pasado;
sin embargo, la asumo como una importante motivación para desprenderme de absurdas ataduras, como la de
tener que trabajar dentro del rigor y solemnidad de una serie convencional.
Nuevo conjunto
abstracto, coherente con los criterios
contemporáneos que busca provocar asociaciones y tender puentes entre la figuración y la abstracción. La
idea es generar una propuesta contemporánea, pero congruente con mi identidad y compromiso artístico de
siempre. Pienso que el arte
se ha convertido en algo demasiado racional. Ojalá pudiéramos volver a mirar sin tanta solemnidad, sin
tanta explicación. Entiendo la obsesión contemporánea por el concepto, pero a mí me gusta el arte simple
y directo que entra por los
ojos, que invade la retina, que apasiona sin rollos ni teorías.